ENVASADO DE FILETES CONGELADOS: UN HISTORIAL DE ÉXITOS SIN ROTURAS
Gracias a la tecnología de pesaje Gentle Slope de Ishida, uno de los principales procesadores europeos de productos del mar ha eliminado la necesidad de intervenir de forma manual para mantener intactos los filetes grandes congelados durante el envasado.Fandicosta es uno de los principales grupos pesqueros de Europa. Cuenta con instalaciones de ultracongelación (incluida una flota propia de 24 barcos) ubicadas estratégicamente por todo el mundo y 140.000 m3 de almacenamiento en frío solamente en España. Captura y procesa 26.000 toneladas al año de especies que van desde el calamar y el pez espada hasta el atún y el bacalao. Fandicosta también lleva a cabo una intensa labor de desarrollo de nuevos productos.
Durante todos estos años, la empresa ha tenido que superar retos tecnológicos para garantizar que el cliente reciba lo mejor, no solo en términos de pesaje, sino también en calidad de producto.
Tratamiento cuidadosoUn ejemplo son los filetes congelados de merluza. Fandicosta produce bolsas de 600 g y 400 g, populares tanto en el ámbito doméstico como en el de la restauración. En el congelador, el contenido mantiene su sabor y textura durante más de un año y permanece listo para ofrecer comidas importantes y nutritivas en poco tiempo. Parte de su atractivo radica en que cada pieza de aproximadamente 100 g es grande y está bien formada. «Intentamos evitar piezas pequeñas o fragmentos», comenta Ramón Hermida Gómez, de Fandicosta, «lo que significa que debemos evitar las roturas durante el envasado».
En el pasado, esto se lograba mediante pesadoras lineales semiautomáticas y 14 operarios por máquina que colocaban las piezas en las bolsas de forma manual. «El cuidado que tenían estas personas ofrecía un gran nivel de integridad del producto», afirma Ramón. «Sin embargo, como se puede imaginar, era un proceso lento, en parte porque cada bolsa debía pesarse de nuevo en una báscula estática. A pleno funcionamiento, cada línea solo producía 20 bolsas por minuto».
Automatización completa sin afectar al productoRecientemente, Fandicosta ha introducido el pesaje multicabezal, montando los modelos Gentle Slope de Ishida sobre las embolsadoras modernas. Las pesadoras tienen alimentadores radiales con amplios ángulos poco pronunciados y distancias de caída relativamente cortas para que los impactos de los filetes sean lo más reducidos posible. El resultado desde el punto de vista de la integridad del producto ha sido gratificante. «Estamos manteniendo las roturas al mismo nivel que teníamos durante el enfoque manual», confirma Ramón.
A pesar de esto, las máquinas de Ishida han introducido todos los beneficios relacionados con la automatización completa, con velocidades de hasta 35 ppm y dejando libres a los empleados cualificados para trabajar en otras zonas de la planta. «La precisión también ha aumentado significativamente», afirma Ramón Hermida, «lo que significa que obtenemos una mayor producción de bolsas por cada tonelada de pescado».
Una vez embolsado, el pescado congelado se empaqueta en cajas y entra en el sistema de distribución. El 60 % se empaqueta como productos de «marca blanca» para los supermercados de España y el 10 % se vende como la marca propia de Fandicosta. El 30 % restante se exporta a Italia, Francia, Alemania, Turquía, Grecia y Estados Unidos.Tecnología, fiabilidad y distribuciónRamón Hermida descubrió las pesadoras multicabezal de ISHIDA hace 14 años.
«Cada vez que compramos equipamiento consultamos a varios fabricantes para actuar con la debida diligencia y también para ver cómo desarrollan su tecnología las diferentes empresas. Tanto la tecnología como la fiabilidad de las máquinas de Ishida han sido impresionantes. También descubrí que el distribuidor de Ishida en España, CIMA, es capaz de ofrecer una continuidad real de servicio y asesoramiento: sabemos con quién estamos tratando de un año a otro».