ENVASADO: UN FACTOR CLAVE QUE PUEDE DETERMINAR EL ÉXITO DE LAS GOLOSINAS
Cuando se fabrican golosinas es preciso disponer de las herramientas adecuadas para ello en cada fase del proceso, incluido el envasado. Sánchez Cano, que celebra ya sus 60 años en el sector y sigue creciendo de forma dinámica, comparte algunas valoraciones importantes.Sánchez Cano es el fabricante de gominolas, nubes, regalices, caramelos y chicles líder en España y se está expandiendo rápidamente a otros mercados en el extranjero. La empresa, aún en manos de la familia fundadora en su totalidad, es conocida por sus productos innovadores, que cada cierto tiempo se suman a sus 4.000 variedades de producto.
Hoy en día la empresa cuenta con 12 pesadoras multicabezal Ishida en su principal centro de fabricación en España, situado en Molina de Segura (Murcia).
Desde gusanos serpenteantes hasta huevos fritos o botellas colaLas gominolas masticables se presentan en gran variedad de formas y tamaños. Ahora bien, a la hora de pesarlas y envasarlas, se agrupan en dos categorías principales. Una vez salidas del molde las gominolas pueden bañarse con aceite para darles ese maravilloso brillo que tanto atrae a los más pequeños, o bien recubrirse de azúcar para un aspecto más tradicional.
«Las gominolas recubiertas de azúcar son relativamente fáciles de procesar», apunta Antonio Gambín Balsalobre, Director de Ingeniería en Sánchez Cano. «Normalmente hemos preferido las pesadoras multicabezal de 16 cabezales y doble descarga, básicamente porque permiten disponer de dos pesadoras rápidas en el espacio que ocuparía una sola. Son muy flexibles y con ellas es posible, por ejemplo, limpiar una parte mientras la otra está en funcionamiento.»
Las gominolas brillo tienden a pegarse con mucha mayor facilidad, especialmente en el caso de algunos productos como los ‘huevos fritos’ o los ‘aros’, con superficies lisas relativamente grandes.
«En este caso preferimos utilizar una pesadora para cada producto, de forma que el número de cabezales ayude a compensar la relativamente baja velocidad de procesamiento de este producto.»
Entre las pesadoras que empleamos para las gominolas brillo destacan las pesadoras de 14 cabezales y descarga única con piezas de contacto antiadherentes y una malla metálica en las puertas de la tolva.
Regalices y nubesEl regaliz recubierto es comparable a las gominolas brillo en cuanto a pegajosidad. En Sánchez Cano los surtidos de regaliz también se pesan en pesadoras de 14 cabezales con piezas de contacto especiales.
Las nubes, recubiertas de una fina capa de azúcar o almidón de maíz, se procesan en una pesadora de 16 cabezales y doble descarga montada sobre embolsadoras dobles en las que se llenan bolsas de 500 g y de 1,25 kg. La pesadora dispone de amplias tolvas de tres litros de capacidad para dar cabida a este producto tan voluminoso.
Chicle: un producto relativamente frágilEntre las últimas adquisiciones de pesadoras multicabezal Ishida de Sánchez Cano se encuentra un modelo de 16 cabezales y doble salida para llenar con chicles bolsas Doypack con autocierre. En ella se llenan envases de 180 g para la UE y de 142 g para el mercado estadounidense. También permite procesar envases de menor tamaño para el mercado nacional (28 unidades por envase) a una velocidad de 120 envases por minuto (60 envases por minuto y lado).
Una maquinaria de envasado rápida y precisa es esencial para conseguir una producción eficiente con envases tan pequeños, pero hay otro motivo por el que hemos escogido esta pesadora y no otra.
«Una vez producido, el chicle empieza a perder humedad», comenta Antonio Gambín. «De ahí que, si se procesa de forma poco delicada, parte de la capa exterior pueda desprenderse fácilmente. Es por ello que hemos optado por una pesadora Ishida con revestimiento de bancollan para reducir los daños producidos por los impactos y la fuerza de las colisiones.»
Allí donde lo necesite, hoy y mañana«Una razón fundamental para trabajar con Ishida es el hecho de que ofrecen una completa gama de máquinas de envasado de golosinas rápidas y de gran precisión en un momento en el que cada vez utilizamos más máquinas únicamente para productos específicos», cuenta Antonio Gambín.
«Sin embargo, el nivel de soporte técnico es igualmente importante. Entre Ishida y CIMA (distribuidor de Ishida en España) cuentan con seis ingenieros in situ, lo que se traduce en un servicio con gran capacidad de respuesta. A diferencia de muchas empresas recién llegadas al mercado, el servicio de soporte técnico de Ishida estará allí donde lo necesite, tanto hoy como mañana.»
Antonio Gambín señala una pesadora adquirida por Sánchez Cano allá por 1987 y que aún sigue pesando bolsas de regaliz de 1 kg a una velocidad de 36 envases por minuto. «A pesar de su antigüedad, esta máquina sigue trabajando a una buena velocidad e incluso puedo prever y planificar lo que voy a gastar en piezas de recambio: no hay muchas marcas de maquinaria de las que se pueda decir lo mismo.»